27 Dic Lluvia ácida
Descarga este ArtículoEn la plática del día de hoy hablaremos sobre la lluvia ácida, la cual es producida por la contaminación atmosférica cuando los gases procedentes de la quema de combustibles reaccionan con el oxígeno del aire y el vapor de agua y se transforman en ácidos que transporta la lluvia.
El concepto de lluvia ácida engloba cualquier forma de precipitación que presente elevadas concentraciones de ácido sulfúrico y nítrico. También puede mostrarse en forma de nieve, niebla y partículas de material seco que se posan sobre la Tierra.
El mayor culpable de este fenómeno es la quema de combustibles fósiles procedentes de plantas de carbón generadoras de electricidad, las fábricas y los tubos de escape de los automóviles.
La lluvia ácida tiene muchas consecuencias nocivas para el entorno, pero sin lugar a dudas, el efecto de mayor insidia lo tiene sobre los lagos, ríos, arroyos, pantanos y otros medios acuáticos, incrementa la toxicidad de las aguas para los cangrejos de río, mejillones, peces y otros animales acuáticos, también contamina selvas y bosques, especialmente los situados a mayor altitud ya que esta precipitación nociva roba los nutrientes esenciales del suelo a la vez que libera aluminio, lo que dificulta la absorción del agua por parte de los árboles, la lluvia ácida puede afectar también a nuestra salud, determinadas concentraciones de estos compuestos de azufre y nitrógeno de la atmósfera pueden penetrar a los sistemas respiratorio y cardiovascular, dando como resultado enfermedades o incluso la muerte.
La única forma de luchar contra la lluvia ácida es reducir las emisiones de los contaminantes que la originan. Esto significa disminuir el consumo de combustibles fósiles.
Apostar por la movilidad eléctrica, reducir el nivel máximo de azufre en los combustibles e impulsar las energías limpias son algunas de las líneas de acción que pueden mitigar la contaminación industrial.